Una buena experiencia de cliente es fundamental a la hora de conseguir que el huésped repita su estancia en el establecimiento. Para lograrlo, la innovación y la tecnología juegan un papel esencial en el sector hotelero, el cual no solo ha incorporado los últimos avances tecnológicos, sino que además los ha sabido exprimir para generar en el cliente una sensación de satisfacción antes, durante y después de su estancia. Uno de los factores tecnológicos que influye de manera directa a la hora de crear una buena experiencia en el cliente es el check-in automático, ya que es una estrategia que consigue reducir el tiempo que el cliente dedica a realizar el registro en el hotel.
A nadie le apetece esperar, después de un largo viaje, a que el recepcionista del hotel o del establecimiento en el que va a hospedarse confirme sus datos, asigne la habitación y le dé la llave para que pueda entrar. En este contexto, el check-in automático supone un avance. Una tecnología que permite reducir el tiempo de espera cuando el cliente entra al hotel, haciendo mucho más amena la llegada.
Esta táctica innovadora está siendo incorporada por muchos hoteles para hacer la vida bastante más fácil al cliente. Consiste en la realización del check-in durante el periodo de reserva, antes de llegar al hotel. Todo el proceso se lleva a cabo sin ningún tipo de documento, lo que supone que sea mucho menos farragoso para el huésped. En el momento en el que el cliente realiza la reserva a través de cualquier dispositivo (teléfono, Tablet, ordenador, etc.), facilita al hotel todos sus datos realizando así el registro. Cuando se completa esta fase, al cliente le llega un código QR o cualquier otra señal indicativa, ya sea al correo electrónico o a cualquier otra aplicación que tenga a su disposición, confirmando que el registro se ha realizado correctamente.
Al llegar al hotel, con toda la información previamente facilitada por el cliente en el proceso de reserva, solamente faltará la comprobación de los datos y la recogida de las llaves para que el huésped pueda entrar a su habitación. Para ello, el hotel automatizará su servicio de recepción instalando un kiosco domótico que se encargará de realizar la misma labor que realizaba hasta este momento el recepcionista: comprobación de datos del huésped, asignación de la habitación en función de las características de la reserva del cliente y cesión de la llave para que éste pueda acceder.
Otro tipo de sistemas, permiten al cliente realizar el check-in una vez que está en la ciudad de destino, pudiéndolo llevar a cabo a través de su teléfono móvil. Es en el mismo dispositivo que recibe la llave que abrirá la puerta de su establecimiento. En este caso, la cerradura de la llave cuenta con un sistema de lectura para este tipo de accesos.
Gracias a este tipo de innovaciones, el personal del hotel puede dedicar más tiempo a crear una atención personalizada a cada huésped, en lugar de hacer este tipo de trabajo más sistemático.