Los costes energéticos se han disparado en España. Ante esta situación, la restauración tiene la obligación, pero también la oportunidad, de implantar medidas de eficiencia energética para reducir sus consumos, bajar la factura y ser un poco más sostenibles medioambientalmente.
Según la consultora Enertips, liderada por Josep Lecina, los locales de restauración son los establecimientos comerciales con mayor consumo energético por metro cuadrado. Las cocinas suelen suponer dos terceras partes del consumo total del local, mientras que la sala se lleva una tercera parte. Climatización e iluminación, son además de las instalaciones eléctricas en las cocinas, las partidas más importantes para los restaurantes.
Cualquier intento de aumentar la eficiencia de un local de restauración pasa por la implantación de un plan que cuenta con tres pilares: la negociación con el principal proveedor energético, la eficiencia de la propia maquinaria y el uso que se le da a la misma.
Borja Molina-Martell, socio fundador del Grupo Nomo, gestiona cinco locales en Catalunya y uno en Madrid, además de una marca virtual para delivery. Según cuenta el directivo en este reportaje, cuando llevó a cabo su plan de eficiencia energética, consiguió ahorrar hasta un 15 por ciento en su factura.
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Rodrigo Domínguez ( Director de Barra de Ideas)